El caolín contiene principalmente el mineral de arcilla caolinita, un aluminosilicato hidratado, con una baja capacidad de "encogimiento". El caolín no es inflamable tampoco tóxico, además de tener una baja capacidad de intercambio catiónico. Según algunas investigaciones, el caolín no causa un impacto en los animales, los seres humanos, la salud o el medio ambiente. Debido a estas características, el caolín se desempeñó bien en varias pruebas que tuvieron un impacto positivo en los avances científicos en nutrición animal sin impactos en el daño ambiental. El caolín también está indicado por el Ministerio de Agricultura, Levestock y Abastecimiento - MAPA, un reconocido instituto del gobierno brasileño en varias pruebas, con industrias de alimentación animal por ejemplo. Este mineral puede usarse para mejorar productos sin mayores obstáculos burocráticos.

Básicamente, existen dos formas para procesar el caolín, el seco y el húmedo. El procesamiento húmedo es más simple y se lleva a cabo cuando el caolín ya tiene una blancura y distribución granulométrica adecuadas, así como un bajo contenido de cuarzo.

Sí, se lo utiliza para hacer fertilizantes para los agronegocios.

El caolín no representa ningún riesgo para la salud animal, humana o el medio ambiente, así que permite la realización de varias pruebas de consumo con avances científicos en nutrición animal sin daño a la sociedad.

En la construcción civil, el caolín está presente en casi todos los productos, como cerámica de mesa, productos sanitarios, pinturas, revestimientos, azulejos de porcelana, producción de esmaltes, etc.

El caolín está compuesto principalmente por caolinita, un silicato de aluminio hidratado, cuya celda unitaria se expresa mediante Al4 (Si4O10) (OH) 8. La caolinita es un filosilicato (arcilla mineral) con una composición química teórica de 39.50% Al2O3, 46.54% SiO2 y 13.96 % H2O; sin embargo, se pueden observar pequeñas variaciones en su composición.